6 abr 2016
Cómo las tiendas físicas pueden proporcionar un producto cada vez más solicitado y no muy abundante.
6 abr 2016
Cómo las tiendas físicas pueden proporcionar un producto cada vez más solicitado y no muy abundante.
Los usuarios tienen tres opciones cuando hablamos del lugar donde pueden jugar: en casa, por internet y en una tienda. La última opción es la más positiva para la mayoría de personas vinculadas al mundo de Magic.
Entonces, ¿qué podemos hacer para promover esa elección? ¿Qué pueden ofrecer las tiendas que no pueda ofrecer internet o el hogar?
Existe un producto no muy abundante que cada vez se solicita más y representa una gran oportunidad.
De acuerdo con la "teoría del tercer lugar", la sociedad necesita lugares comunes que no sean el doméstico (hogar: "primer lugar") ni el productivo (trabajo: "segundo lugar"). Esta teoría sostiene que los lugares comunes (tercer lugar) son imprescindibles, pero por desgracia escasean.
Peluquerías, cafeterías, gimnasios... satisfacer esta demanda se ha convertido en un potente modelo de negocio, y muchas tiendas de juegos lo ven como el modelo perfecto.
Sin embargo, el valor de esta propuesta no solo se halla en el espacio; es en la interacción social donde recae el valor del espacio.
Para poder ofrecer este producto hace falta paciencia, habilidades comunicativas y empatía. Es algo que cambia una tienda tradicional por completo.
No obstante, en un mundo donde internet está en alza, crear interacciones sociales es una herramienta poderosa y merece atención por parte de cualquiera que apoye la idea de jugar en tiendas.
La idea que describe un tercer lugar es simple: es accesible, la decoración es modesta, hay comida y bebida...
Sin embargo, es el factor emocional el que ofrece la verdadera ventaja, ya que aunque es difícil conseguirlo en una tienda de juegos, es prácticamente imposible obtenerlo en internet o en casa.
Esto es lo que deberías conseguir:
"Debe ser un espacio neutral ... donde todos nos sintamos como en casa y cómodos" (Ray Oldenburg, creador de la teoría del tercer lugar).
Los ocupantes de un tercer lugar experimentan una cierta sensación de responsabilidad, pero no de propiedad. No hay favoritismos, discriminaciones, privilegios ni ninguna jerarquía de poder por la que tengan que pasar los novatos.
¿Qué herramientas tienes a tu disposición para crear un espacio neutral en tu tienda? Podrías empezar con una estrategia de atención al cliente centrándote en tácticas y comunicación para ayudar a mediar entre los jugadores.
"[Un tercer lugar] es, por naturaleza, un sitio inclusivo" (Oldenburg).
Se trata de un "igualador": el estatus social no tiene ningún efecto. En una tienda de juegos, esto no solo se ve reflejado en diferencias de edad, sexo u orígenes, sino también en diferentes niveles de habilidad, conocimientos e implicación.
¿Cómo puedes convertir tu espacio en un "igualador"? El primer paso podría ser diseñar una estrategia de eventos para eliminar la presión competitiva con sistemas de recompensas que se basen más en la diversión que en la victoria.
"[En un tercer lugar], la conversación es una actividad recurrente. ." (Oldenburg).
La conversación lo es todo. Existe cierto protocolo, y lleva el nombre de "integración": los ocupantes de un tercer lugar prestan atención cuando los demás hablan, evitan instrucciones, no se alejan de los temas de interés común y hablan sobre los demás en lugar de sobre ellos mismos.
¿Cómo puedes potenciar este tipo de conversación en tu tienda?
Una idea sería adaptar tu estrategia para contratar empleados teniendo en cuenta ese objetivo. La estrategia de Nordstrom es "los buenos modos se tienen, el buen trabajo se aprende". Quizás en este caso sería algo como: "la inclinación a conversar se tiene".
Crear un tercer lugar se basa en competencias sociales, y estas cambian de comunidad a comunidad.
Sin embargo, cualquiera que sean las habilidades de tu comunidad, una táctica que nunca falla es hacerlas tuyas.