8 may 2018
8 may 2018
Todo el mundo juega. Hay juegos tan antiguos que sus instrucciones están escritas con jeroglíficos. Los egipcios se sentaron a jugar a senet por primera vez hace al menos 5000 años. Los mesopotámicos jugaban a un precursor del backgammon en el año 2000 a. C. Yo mismo probé un nuevo juego de tablero el miércoles pasado. Todo el mundo juega.
Eso significa que una tienda de juegos local puede ofrecer algo a todo el mundo. No hay ningún motivo para limitarse al público tradicional. No hay ningún motivo para pensar únicamente en los jugadores asiduos al planificar el marketing, la distribución de la tienda o los eventos. No hay ningún motivo para excluir de tu estrategia a los que no lo son.
Y hay muchas razones para no excluirlos. Aquí tienes tres:
Cuando los jugadores asiduos piensan en “juego”, piensan en una tienda de juegos local. Piensan en el localizador de tiendas y eventos de Wizards. Conocen tu propuesta de valor y cuentan con información abundante para orientarse en sus decisiones de compra. Piensan en lo que les es familiar, y ya están muy familiarizados con las tiendas de juegos.
Pero la mayoría de la gente está muy familiarizada con su bar favorito o con la gran superficie más cercana. Eso es en lo que piensa.
Los jugadores asiduos te van a encontrar. El resto de la gente necesita un empujoncito en la dirección correcta.
Probablemente ya conozcas el concepto. El valor esperado (también conocido como VE) es un cálculo que los jugadores hacen para determinar qué jugadas son “correctas” de forma matemática. Se trata de contraponer el coste y la recompensa para decidir si, a largo plazo, una jugada te aporta más beneficios que pérdidas.
La idea es que, incluso si una opción resulta positiva tan solo un pequeño porcentaje de las veces, el coste vale la pena si la recompensa es lo suficientemente alta.
Así que, aunque los que no son jugadores asiduos sean menos receptivos a tus mensajes y estén menos comprometidos con esta cultura, siguen representando la mayor recompensa, por el simple hecho de que hay más: convertir el 3 % de los no jugadores representa un resultado mucho mejor que convertir el mismo porcentaje de aficionados actuales.
Además, los no jugadores pueden ofrecer una tasa de conversión más prometedora: nuestra investigación muestra que la mayoría de los jugadores tienden a ser leales a su tienda de juegos local. Es difícil alejarlos de ella. Si abandonan su tienda, normalmente significa que abandonaron del todo el ecosistema, al menos por un tiempo.
Eso no es buena señal si tu objetivo son los jugadores de otra tienda, ni tampoco si otra tienda de la misma calle tiene como objetivo a los tuyos. Pero los no jugadores van por su cuenta.
Existe un gran consenso respecto a cómo aprovechar este hecho, por ejemplo, mantener productos conocidos en el escaparate o elegir el público con cuidado en las campañas pagadas en redes sociales.
Pero cómo exponer a los no jugadores a eventos —cómo crear ese punto de articulación entre ellos y el juego en la tienda— es más complicado, porque la mayoría de lo que se ofrece no está diseñado para ellos.
Pero hay algo que puedes hacer, literalmente en este mismo instante, y que tan solo te llevará diez segundos:
Open House es la mejor oportunidad para introducir a los no jugadores al universo del juego en tienda. Open House te da la libertad de crear una experiencia en la tienda diseñada específicamente para ellos. Es el único evento de la temporada en el que sus necesidades son la prioridad número uno, en el que puedes prestarles toda tu atención.
No me malinterpretes: tus jugadores actuales son la prioridad 362 días al año. Pero una vez por temporada, puedes dedicar todos tus recursos a llegar a los futuros jugadores.
Inscríbete a uno de los cuatro ahora mismo y, si lo haces, conseguirás todo tipo de herramientas de adquisición.